Al avanzar en la lectura del artículo, recordaba mis vivencias con respecto al tema...
En los comienzos de mi carrera la incorporación de las TIC, era bastante "ideal", lejana, no se contaba con los recursos necesarios o los mismo eran escasos...
Los maestros que intentábamos introducirlas creo que lo hacíamos por un gusto personal y por el entusiasmo que los recursos utilizados, generaban en los estudiantes.
Con la llegada de las XO, vivencié muchos de los aspectos que se destacaban en el documento: rechazo (muchas veces por temor, desconocimiento o comodidad en las prácticas rutinarias), indiferencia y pasividad o adhesión total con elevadísimas expectatitvas.
Lo cierto es que la tecnología por sí sola no modifica la eficacia de nuestras prácticas, ni asegura la concreción de los aprendizajes esperados en las instituciones educativas. Por esto, los docentes tendremos que construir nuestros propios aprendizajes, para poder aprovechar el enorme potencial que las tecnologías nos ofrecen, teniendo en cuenta que estamos frente a una nueva cultura de aprendizaje.
Destaco el último enunciado del documento, que considero, es nuestro gran desafío:
"En definitiva, y parafraseando el título de un reciente libro de Douglas Thomas y John Seely Brown (2011), las tecnologías y las pedagogías emergentes están creando “una nueva cultura del aprendizaje que cultiva la imaginación para un mundo en constante cambio”. Será un reto formar parte de ella."
En los comienzos de mi carrera la incorporación de las TIC, era bastante "ideal", lejana, no se contaba con los recursos necesarios o los mismo eran escasos...
Los maestros que intentábamos introducirlas creo que lo hacíamos por un gusto personal y por el entusiasmo que los recursos utilizados, generaban en los estudiantes.
Con la llegada de las XO, vivencié muchos de los aspectos que se destacaban en el documento: rechazo (muchas veces por temor, desconocimiento o comodidad en las prácticas rutinarias), indiferencia y pasividad o adhesión total con elevadísimas expectatitvas.
Lo cierto es que la tecnología por sí sola no modifica la eficacia de nuestras prácticas, ni asegura la concreción de los aprendizajes esperados en las instituciones educativas. Por esto, los docentes tendremos que construir nuestros propios aprendizajes, para poder aprovechar el enorme potencial que las tecnologías nos ofrecen, teniendo en cuenta que estamos frente a una nueva cultura de aprendizaje.
Destaco el último enunciado del documento, que considero, es nuestro gran desafío:
"En definitiva, y parafraseando el título de un reciente libro de Douglas Thomas y John Seely Brown (2011), las tecnologías y las pedagogías emergentes están creando “una nueva cultura del aprendizaje que cultiva la imaginación para un mundo en constante cambio”. Será un reto formar parte de ella."
¡Qué reto tenemos! Quizá como ya están proponiendo Moravec y Cobo nos tenemos que ir transformando paulatinamente en "knowmads" o nómades del conocimiento.
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